por Javier Bragado
Nacido en el barrio de Milford, el joven Kirk Penney completó su educación en el prestigioso instituto Westlake Boys, dónde empezó a enseñar su talento y posibilidades para el baloncesto. No tardó en conseguir una beca para estudiar en Norteamérica y finalmente se decantó por la Universidad de Wisconsin-Madison. Con los Badgers alcanzó la mejor clasificación de su historia reciente con su pase a la Final Four en 2000, cuando tenía 20 años. Esto le permitió llamar la atención de los ojeadores de la NBA y convertirse en el primer kiwi en jugar en la liga norteamericana. Sin embargo, no tuvo el mismo éxito del que ya disfrutaba en al selección nacional y apenas tuvo minutos en dos partidos de la competición en las filas de Miami Heat después de que los Minnesotta Timberwolves le cortaran sin llegar a debutar con el queipo que le eligió en el draft.